Cambiando el futuro de un país
A menudo las cosas que tienen real importancia para nuestro desarrollo personal, son las que menos se toman en cuenta a la hora de destacar o hacer una valoración sobre la calidad humana de nuestra gente.
La sociedad está plagada de eventos negativos puestos en primer plano para resaltar el drama que nos arropa, y con el que estamos obligados a convivir de manera inducida.
Sin embargo las obras de carácter social, las que dan sentido a las acciones que realizamos, las que realmente nos llenan de satisfacción y resaltan la condición humana de nuestra gente. En la mayoría de los casos son pasadas por alto, más aun cuando son desarrolladas bajo la estricta rigurosidad de una noble causa en cuyo propósito no se espera la recompensa del beneficio particular.
En nuestro país, especialmente en nuestra clase política es frecuente ver las cosas que se hacen abrazados al populismo clientelar de los que con sus acciones sensacionalistas ganan cierta notoriedad ante la sociedad y sus semejantes.
¡Esas acciones si son resaltadas!
Fitzgerald Tejada Martínez
Empero, existe una clase de hombres y mujeres que han apostado al futuro de la nación, cuyo legado está siendo sembrado en miles de jóvenes de todo el territorio nacional. Amparados en una sincera vocación de servicios y una impronta que quedará inevitablemente en el recuerdo agradecido de los que reciben el beneficio del mayor aporte que se le puede tributar a una sociedad, como lo es el pan del conocimiento a través de la enseñanza.
A raíz de su elección como Senador de la República, en el año 2002, José Tomas Pérez, inicio un proyecto de desarrollo integral de la juventud, inspirado en una visión de carácter humanista de llevar capacitación y conocimiento a un segmento importante de la población limitada en su capacidad de avance por el analfabetismo, las drogas y la falta de oportunidad para insertarse en el mercado productivo laboral.
Ese proyecto que inició con grandes limitaciones, fue establecido en el populoso barrio 27 de febrero de la ciudad capital. El Centro de Capacitación y Entrenamiento Profesor Juan Bosch, fue erigido en honor al líder y maestro de la política y la literatura dominicana, Juan Emilio Bosch Gaviño.
Cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador, educador y fundador de las dos grandes organizaciones políticas con que cuenta hoy el país, fue el gran inspirador para llevar a cabo esta noble causa.
Ese centro de estudios ha cambiado el futuro de una gran cantidad de jóvenes en toda la capital y la provincia del gran Santo Domingo, brindando oportunidad a una población limitada por la carencia de recursos materiales para asesar a una carrera técnica.
Gracias a esa realidad el centro profesor Juan Bosch, es hoy toda una institución del saber, dotada con los mejores estándares de calidad en el ejercicio de proveer las herramientas necesarias para el aprendizaje e inserción en un mercado nacional cada vez más competitivo y exigente.
Ha logrado sin parafernalias ni algarabías del tipo promocional, sacar a miles de jóvenes pobres de los barrios e insertándolos al sistema laboral, graduado a unos 23 mil estudiantes en diferentes programas durante los 10 años que lleva de funcionamiento. De los cuales, 3 mil corresponden al programa de Ingles por Inmersión y más de 5 mil, a los programas del Infotep que se imparten en el centro en su calidad de Centro Operativo.
En el centro han sido formados en diferentes ramas técnicas, los jóvenes de los barrios 27 de Febrero, Gualey, Espaillat, Las Cañitas, Simón Bolívar, Capotillo, Luperón, Mejoramiento Social, Los Guandules, La Ciénaga, La Zurza, Villa Francisca, Villa Juana, Villa Consuelo, Cristo Rey, Ensanche La Fe, Ensanche Kennedy, Las Flores, así como de la Zona Oriental, Villa Mella y Santo Domingo Oeste, los cuales han sido beneficiados con becas y otras facilidades para el aprendizaje y la capacitación personal.
Es sin temor a equivocación, uno de los mejores aportes que clase política alguna ha hecho a la capital, colocando a su fundador Lic. José Tomas Pérez, en el punto más alto de la valoración de una sociedad que reconoce el gran legado dejado por su gestión legislativa.
Esperamos que este tipo de iniciativas, como la del “Centro de Capacitación y Entrenamiento Profesor Juan Bosch”, sea imitada por otros y que los beneficios de esta ejemplar obra se sigan expandiendo por todos los rincones del país.
Esperamos que este tipo de comentarios sea el paradigma para que sigan siendo resaltadas las acciones de gente que como JOSÉ TOMAS, indefectiblemente han contribuido para que sigamos cambiando el futuro de nuestro país.
Escrito por:
Fitzgerald Tejada Martínez@fitzgerald2413
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